Al vivir cada suceso en nuestras vidas, nos encontramos con adversidades, algunas veces felices y muy felices, en otras muy contrarias, cada cual con sus características. La felicidad y el amor nos hacen ser tan tolerantes y las adversidades nos hacen tan crueles, sobre todo con quienes tanto amamos, pero es parte de nuestra humanidad imperfecta, el ser conflictivos, muchas veces reflejando nuestras carencias en otros, queriendo corregir en otros lo que no logramos corregir en nosotros mismos. Las preguntas de siempre son: ¿Por qué no aprendemos a remediar los problemas? ¿Por qué un error puede destruir todo aquello que se construyó? ¿Por qué nos cuesta perdonar?, ¿Cuántas generaciones mas repetirán los mismos errores?, ¿Por qué con tanta ciencia y tanta conciencia, no resolvemos estos paradigmas?, ¿Por qué conociendo nuestro pasado generacional, no podemos mejorar nuestro futuro generacional?, ¿Por qué . . . ?
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