Benditos sean sus ojos vivaces,
su caminar, sus gestos, su boca,
y sus besos que me desarman.
Bendito sea el embrujo,
que me cegó la razón,
ya no la detengan mas.
Sé que es malvada y peligrosa,
que no la puedo controlar,
y que mi cárcel, es mi pensamiento.
Sé que me ha robado la calma y el alma,
bebo vino para buscabar el olvido,
y de su trampa aún no quiero salir.
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