Los sueños durarán, mientras sueñas,
mas pronto llega el duro despertar,
para asistir al funeral de los sueños,
pobre mi pluma vive de la mágica fantasía.
Cuando aprenderá el corazón,
a no vivir de sueños, sino de realidades,
de aquellas que los contrarios,
nos anuncian, nos gritan y vaticinan.
Fueron sordos los oídos, a los cuerdos,
pero que hermoso fue soñar,
aunque solo fuera un sueño,
para la envidia de los fatalistas realistas.
A partir de mañana
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