Que en la penumbra de un parque,
que escondidos entre las sombras,
solo éramos tu y yo.
Que en viajes furtivos de primavera, verano,
y en fríos otoños e inviernos,
también éramos solo tu y yo.
Me gusta la gente que: sin motivos, te busca; sin mirarte, te quiere y sin ataduras, se queda.