Vencer la estupidez.

Un tema hermoso y muy reflexivo, nos habla de vencer los miedos, de no esconderse, de mostrar y demostrar que estamos dispuestos a cambiar, de agradecer a aquellos apóstoles de la salud, aquellos que no buscar lucrar con la salud, sino que buscan salvar vidas.
Hoy unos cuantos miles mas conocen que los avances tecnológicos no son el fin del mundo, sino son los medios que hoy mas que  nunca, nos tienen comunicamos, es la tecnología la que nos acerca, tal vez no podamos darle un abrazo, una caricia, pero si existe el medio digital, para comunicarnos, para observarnos, sin contagiarnos.
Siempre escuchamos a los padres decir que trabajan mucho por el bienestar de sus hijos y que no tienen tiempo de poder hablar, pues este argumento queda en el suelo, pues ahora existe todo el tiempo del mundo para hablar, para conocernos, para debatir sin discutir y poderle dar soluciones, es el tiempo de hablar por teléfono con los hijos que están lejos y hablar mas de una hora, reflexionando y preguntando todo aquello que siempre quisieron preguntarnos, así como responderles de un modo coherente y real, es momento de compartir y corregir aquello que pensábamos que estaba mal, cuando es tan solo hablarlo, decirlo y luego escuchar sin interrumpir, ya no hay porque correr, es tiempo de detenernos y pensar para avanzar a paso firme.
Pensemos es ese café pendiente que luego de ésta cuarentena tomaremos y rompiendo el metro de distancia, caminaremos por calles de mil luces nocturnas, tan simplemente para decir, "que maravillosa es la vida y la libertad" luego mirar ese cielo infinito de mil estrellas, donde unas de ellas son nuestras. 



Días tristes, nos cuesta estar muy solos,
buscamos mil maneras de vencer la estupidez.

Meses grises, es tiempo de escondernos,
tal vez sea la forma de encontrarnos otra vez.

Pero son las 8 y has salido a aplaudir a tu ventana
me dan ganas de llorar.

Al vernos desde lejos tan unidos, empujando al mismo sitio
sólo queda un poco más.

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar
un café que la pendiente nuestro bar.

Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo,
ya no habrá una pantalla entre los dos.

Ahora es tiempo de pensar y ser pacientes, confiar más en la gente,
y ayudar a los demás mientras tanto otros cuidan los pacientes.

Un puñado de valientes que hoy tampoco dormirán,
pero son las 8 y has salido a aplaudir a tu ventana, me dan ganas de llorar.

Al vernos desde lejos tan unidos empujando al mismo sitio
sólo queda un poco más.

Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar
un café queda pendiente en nuestro bar.

Romperemos ese metro de distancia entre tu y yo
ya no habrá una pantalla entre los dos...

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