Un principio elemental para ganar una guerra es hacer sufrir al enemigo ante la mirada de los sobrevivientes y finalmente eliminarlo, así quedará grabado el vivir en temor constante y ocultos por el miedo.
Pues creo que ahora la guerra ya no con piedras y palos, con sables y cuchillos, con fusiles y cañones, ni menos con una bomba nuclear y ojivas nucleares, al final y en resumen todas la guerra anteriores han sido de: "el hombre contra el hombre" de tal forma se ha contextualizado a nivel mundial, que aquel paìs con tecnología de punta, junto con un alto nivel econòmico se considera "Poderoso".
Ahora en esta guerra mundial, a la que me atrevo a decir Tercera Guerra Mundial, queda demostrado que el poder o el poderoso, no es necesariamente, un paìs, una personas, sino que realmente el poder está en los microorganismos, que son capaces de paralizar todo un planeta, es capaz de atemorizar a aquellos que tienen un poder militar, económico y religioso, es una nueva democracia global que se aplica sin ninguna restricciòn, pues vemos por las noticias mundiales, que monarcas, presidentes y grandes figuras del poder, están atemorizados por un microorganismo, con el cual no pueden negociar, ni buscar un mecanismo para sobornarlo y librarse de la enfermedad.
Estamos en una lucha del hombre, contra los microorganismos, que es seguro que se logrará controlar, pero no creo que logremos destruirlos, pues aparecerá otros microorganismos, que no necesariamente buscan mostrarse poderosos, para pelear, sino simplemente tener su hábitat, aunque ellos también podrán morir al final. En este guerra solo pierde el ser humano, que no valora las oportunidades que la vida nos da.
Esto nos obliga a pensar: "Porque la humanidad vive peleando y destruyéndose", que necesitamos para aprender a vivir en paz. Si contamos los años transcurridos, sabemos que son miles de años, pero contabilizados desde el nacimiento de Jesucristo, son 2020 años. Sin embargo el ser humano, con cientos de generaciones, y con mil experiencias de vida, aun en nuestros tiempos viven sin poder convivir en paz, siempre vivimos tratando de ver errores de los demás y no vemos los nuestros, vivimos en una constante guerra que dejamos como herencia a nuestro hijos y èstos sigue con la guerra resultados de nuestras taras, segùn pienso, no tiene sentido para nada.
El ser humano es capaz de controlar y manejar muchas situaciones y no ser aquellos empoderados que se creen dueños de la vida de los demàs, es necesario reaccionar y aprender a liberar nuestras ataduras mentales y saber abandonar lo material, para vivir en un mundo espiritual coherente, sin llegar a exageraciones. Todo aquello que va a extremo es negativo, va todo con medida y equilibrio, para vivir en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario