Algunas veces esperamos ansiosos, otros simplemente dejamos pasar ésta época del tiempo, pero todos esperan celebrar la navidad, estadío anual de nuestras vidas, son momentos, son tiempos de reflexión, de aquello y de todos los momentos maravillosos de nuestras vidas, así como los mas tristes, cada cual luchando con la actitud tomada en cada etapa de nuestras vidas, de recordar aquello que pudimos solucionar, de aquello que pudo superarse con un franco diálogo, de aquello que no fuimos capaces de enfrentar, de haber decidido esconder la cabeza bajo la tierra y no ser capaces luchar por aquel ideal. Ya desde este pedestal de nuestra edad actual podemos ver con gran capacidad la forma en que debimos solucionar y de haber logrado ser felices a tiempo. Es recién que aprendemos a vivir de una manera diferente, ya no vemos con alocadas decisiones, ni actuamos con frenesí, somos mas prudentes, tal vez demasiado prudentes, tan solo con la idea única de no volver a equivocarnos, cada experiencia pasada se convierte en una dura lección de vida y llegamos a tomar todo con una férrea actitud de nunca volvernos a equivocar, al final nos preguntamos, que fue lo justo, lo adecuado, a que nos lleva ser como somos. Solo Dios sabe lo que nosotros no podemos avizorar, somos una pluma en el aire que tratamos de ser dependientes, sabiendo que no podemos controlar el viento, que nos lleva a nuevos estadíos llenos de misterio y batiente de nuevas decisiones que hacia algún lugar nos llevarán.
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