Realidades

Cuando acaba la vida de un ser querido, es similar que al terminar una relación amorosa, algunas veces son rupturas violentas y en otras son muy simples y frías, muchas veces por haber incompatibilidad de caracteres o por falta de una comunicación abierta, por sentirse uno mas que el otro, por falta de confianza. En realidad sea cual fuera esa forma de acabar, lo real es que ya existe un nivel de ausencia total, de uno frente al otro. Es allí donde empieza la crisis, el buscar las razones para culpar a alguien, luego vienen los enojos, llegando a estar en una depresión e intranquilidad, por tratar de comprender, tal vez de buscar una forma de volver y empezar de nuevo, pero hay tantas cosas que vamos recordando, lo bueno y lo malo, pensar que a través del dialogo sincero, se hubieran superado mil obstáculos, pero el orgullo, la vanidad, el falso sentido de superioridad, nos llevan a matar las hermosas intensiones que nacieron de un corazón sincero, pero mas pueden los patrones psicológicos y patrones sociales que la razón. Este duelo se llega a aceptar, cuando volvemos a repasar cada lugar, cada fecha, cada palabra, cada tema musical, sentarse a esperar a alguien que nunca llegará, hasta que pasado este ciclo o ese tiempo prudencial, que normalmente es de un año, a lo cual los lleva a comprender, a asimilar y saber que es momento de cambiar y reconocer que todo fue un aprendizaje, que nos lleva a otro nivel y empezar de nuevo, tal vez con mas experiencia o simplemente a reconocer que cada etapa pasada será distinta de las nuevas etapas que la vida nos depara. El aprendizaje es saber aceptar las decisiones de las personas y nunca obligar a que permanezcan a nuestro lado contra su voluntad, el amar es dar a elegir y brindarle la libertad de volar juntos o simplemente dejarle volar en otra dirección, en total libertad de decisión, sin reclamos, ni explicaciones, simplemente que los hechos hablen por las palabras. Que todo quede en un buen recuerdo, aquel que queda grabado como parte de haber vivido, como parte de haber soñado.