¿Cómo guiar a nuestros hijos para que sepan elegir su pareja?

Articulo tomado del FB:

En el proceso de la selección de pareja de los hijos, nuestras actitudes como pareja afectan este sistema de elección. Con frecuencia, ignoramos que nuestro comportamiento y la forma en que nos relacionamos como pareja, influyen de manera directa en las habilidades sociales de nuestros hijos e hijas y en la selección de su futura pareja. Nuestros miedos y nuestra manera de actuar influencian de manera importante la forma en que se relacionan con los demás. Los hijos aprenden de lo que ven, de lo que escuchan y del lenguaje no verbal.
Hágale saber lo importante que es para ustedes la apariencia. Los adolescentes y jóvenes hoy día tienen gustos que nos pueden resultar muy chocantes, como el uso de piercing, tatuajes, cortes de pelos, o la forma de vestir que consideramos estrafalaria. Todas son maneras que buscan para individualizarse, y a la vez, para formar parte del grupo. Por otro lado, la pareja elegida puede tener comportamientos de riesgo, como el abuso de alcohol, drogas, o estar involucrado en padillas o actividades ilícitas y violentas; por lo que es preciso que los padres dejen bien claro a sus hijos cuáles son las reglas de la familia respecto a estas conductas. Es aconsejable que hablen este tema antes de que estos inicien este proceso de elegir parejas, háblelo calmado y ofrezca razonamientos validos para sus objeciones.
Puntualice que tienen derecho a tomar sus propias decisiones, pero que tienen la responsabilidad de respetar las reglas de la familia. Adelántese a los acontecimientos, busque un momento que la circunstancia se lo permita. Los expertos en educación sexual para adolescentes recomiendan que un buen momento es durante una comida familiar, o cuando vemos en la televisión o en persona, chicos o chicas tatuadas y con comportamientos inadecuados; aproveche el momento y discuta con sus hijos estos comportamientos. El rompimiento de estas reglas debe tener consecuencias. Si su hijo o hija ha elegido a una personas que tiene características que no van con el perfil esperado, hágaselo saber. Exprésele su inconformidad. Antes de tomar alguna decisión al respecto, conozca a la pareja; es posible que el aspecto exterior no tenga nada que ver con sus reales intenciones, y resulte un buen partido. En caso de que usted reconozca que esta pareja representa un riesgo para su hijo o hija, actúe, negocie el rompimiento de esta relación, exprésele sus miedos, sus temores, hable con base y fundamento. La prohibición tajante es un arma de doble filo cuando se trata con adolescentes y jóvenes, pues puede hacer que se enfoquen más en llevarle la contraria a los padres.
Hablen con sus hijos e hijas sobre las relaciones sanas. Una buena oportunidad de hacerlo es cuando usted note que se comienzan a interesar por tener pareja; cuando ya han iniciado en una relación amorosa. Hay que dejarles establecido los componentes indispensables para una relación de pareja sana para ambos miembros, la cual se establece en la base del respeto, valoración y comprensión de quienes somos en realidad.
Los primeros inicios de intento de la relación de pareja ocurren en la adolescencia, este ensayo es el noviazgo, que con mucha frecuencia los padres tienden a prohibirlo por considerar que los chicos están muy jóvenes, pero olvidan que en estas primeras relaciones inicia un proceso de capacitación en el tema de las relaciones interpersonales y de pareja, que más que prohibirlo, se debe acompañar, para que de esta manera se vayan creando habilidades que pueden ser útiles para la vida de pareja posterior. En la adolescencia se consolida la personalidad, y este es un primer intento de establecer relación de pareja, experiencia que se reforzará con los modelos que ofrezcan los padres con sus propias relaciones de pareja.
Los padres deben respetar las decisiones de los hijos e hijas al momento de que ellos decidan iniciar una relación con otra persona, deben escucharlos, apoyarlos y compréndelos. A veces podemos intuir que no es la persona adecuada, sin embargo, es preciso advertirles de los riesgos potenciales y de los peligros existentes. El mostrarles que nos interesa su relación, es una manera de acompañarles en esta experiencia.
Si educamos a nuestros hijos e hijas en un modelo de crianza con autoridad, no tendremos mayor dificultad en este proceso de elegir parejas, pues en esta forma de crianza los padres son estrictos, pero dan explicación y razón para serlo; establecen reglas claras y específicas, las cuales deben ser cumplidas; negocian con ellos y los estimulan a tener pensamientos independientes y críticos. Como padres y madres, no podemos evitar que sufran alguna experiencia emocional dolorosa, pero sí debemos asegurarnos de que tomen las decisiones adecuadas.
Por Dra. Josefina Luna Rodríguez
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