Heridas emocionales.

Aún pasado el tiempo y estando ya en una edad madura, muchas personas suelen no haber curado sus heridas emocionales de su niñez, en opinión personal, pienso que todos tenemos la capacidad de vencer y sanar esas heridas emocionales, algunos por sus propias vivencias y mas aún quienes tienen una formación académica mayor, sin embargo, no lo es.

Pero ¿Cuáles son esas heridas que no se pueden superar? Una de ellas es el miedo al abandono, sucede en personas que sufrieron la ausencia de unos o de los dos padres y el haber vivido con familiares y vivieron una cierta soledad, suelen convertirse en muy posesivos con sus hijos, llegando a sobreprotegerlos en demasía, si hubiera problemas muy fuertes con su pareja, luchan titánicamente por mantener unida a su familia, a pesar que pudiera ser muy dañino y tratan de cubrir en los otros lo que ellos mismo necesitan, creen que los demás los necesitan, pero la verdad es que no es así. En otros casos aquellos que vivieron en ambientes hostiles, donde el golpe y el grito era en común denominador, llegan a hostigar a sus propios hijos, llegando a verse como indolentes e inflexible o bien soportando a una pareja maltratadora. 

Cuando de niño pasan por una serie de injusticias y de promesas no cumplidas, suelen ser inseguros, prefiriendo dejar o alejarse de los problemas, pues es mejor dejar que los demás sean felices en sus mundos y alejarse totalmente, prefieren vivir en paz y tranquilos, que estar conviviendo con personas conflictivas y que les generan muchas más inseguridades. 

Por último, el temor a lo desconocido, sobre todo cuando de niños nos hacían enfrentar los lugares oscuros, pensando que nos hacían fuertes, cuando en realidad generaban grandes temores, y surgen en adultos, el temor a dar pasos hacia lo desconocido, hacia la oscuridad. Como hemos analizado, hay mucho por descubrirnos y a la vez, mucho por auto-educarnos y vencer y curar poco a poco estas heridas emocionales. El conocimiento nos hace libres y no esclavos de suposiciones maliciosas.