Las emociones humanas son indescriptibles, se dan en todo ámbito, en toda edad, en cualquier contexto, rompiendo todos los esquemas, sociales, religiosos, políticos, etc, etc.
Invadiendo las pasiones de aquellos que nunca pudieron amar como ellos hubieran querido, eligiendo caminos que ellos no deseaban, tal vez cumpliendo los deseos de los padres o por simples indecisiones. A pesar de todo lo complejo, sólo podemos decir que todo queda en decisiones y enfrentar cada nueva realidad que querríamos establecer, con una gran firmeza o morir en el intento. Historias como Notre Dame de París, nos dan a conocer que siempre se repiten las historias del corazón, a lo largo de nuestro camino mundanal.
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