Rescatando sueños

Cuánto más debemos aprender de los niños, de aquellos de simple corazón, aquellos que no tenían nada pero que en su mente y corazón tenían de todo, esos sueños de grandeza de ser tan solo felices, allá en sus castillos en el aire. Era tan fácil soñar y luego al ir creciendo, ir conquistando cada sueño, hasta que . . . de pronto llega: "la vida real de los adultos" aquellos demasiado responsables y demasiado realista, demasiado perfeccionistas, críticos fulminantes para con los demás y condescendientes con ellos mismos, jueces castigadores de los demás y magnánimos o perdonadores de si mismos por ser victimas de sus excusas, aquellos matadores de sueños, tan analíticos y concluyentes, todo es negatividad, ya sin ninguna esperanza. Hoy es vital encontrar y reencontrarrnos con nuestro niño interno y soñador. Decide el cambio, pues ello te servirá como guía, en medio de los neutrales reales.


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